La iniciativa, liderada por el conocido empresario minero y filántropo Arturo Díaz, pretende consolidar en el corto plazo una amplia red internacional de cooperación a través de una nueva plataforma web, que entregue ayuda directa y un mensaje de esperanza fraterna basado en los ideales cristianos, a todas las personas necesitadas tanto en nuestro país como en gran parte del Cono Sur de América.
La extrema competitividad de los mercados sumerge al mundo moderno en una constante vorágine de acciones destinadas a conseguir mayor éxito comercial o monetario. Escenario que, por desgracia, no todos pueden disfrutar en plenitud, especialmente tras el fuerte impacto de la crisis que azotó al mundo en los últimos años, y que ha generado altas tasas de inflación, desempleo y pobreza.
Este cúmulo de contingencias se suma a la constante incertidumbre geopolítica que sacude a la economía mundial, de la cual Chile no ha logrado sustraerse por completo, pese a los esfuerzos de las distintas administraciones que han guiado el devenir de nuestro país en la última década.
Situación que para el conocido empresario minero y filántropo chileno, Arturo Díaz, debe “cambiar significativamente, más allá de los colores políticos del gobierno de turno, porque muchas personas viven una situación de menoscabo y desesperanza que no puede continuar más”.
Este sentimiento, lo ha impulsado a crear, junto a otros empresarios y hombres de negocios, una potente red digital comunitaria de asistencia y apoyo solidario, a través de una nueva plataforma web con la cual aspiran entregar, no solo en Chile sino también en gran parte de Sudamérica, “un mensaje de esperanza y ayuda a quienes sufren día a día, por la falta de oportunidades de trabajo o de sustento económico”.
Construyendo comunidad
Según explica Arturo Díaz, quien se define a sí mismo como “una persona de mentalidad amplia, y capaz de adecuarse proactivamente a los distintos gobiernos que se han alternado en nuestro país hasta la fecha”, la compleja situación económica de muchas personas lo motivó a impulsar este circuito de ayuda online, basado en los ideales cristianos, “con el objetivo de dar soluciones concretas a nivel comercial, económico, de salud y de educación, a quienes hoy padecen en carne propia los rigores de la crisis económica y social”.
“Y no se trata de simple política partidista o ideológica, sino de un esfuerzo totalmente solidario, humanista e independiente, que nos permitirá lograr resultados positivos en el corto plazo, para que las personas que se integren a esta comunidad cristiana, accedan a beneficios que hoy necesitan y no tienen”, enfatiza.
Para Díaz, la base conceptual de esta nueva comunidad es, precisamente, la comunicación. “Es decir -aclara- existirá donde haya comunicación y relación directa entre las personas, no solo de Chile, sino también en conexión con los países vecinos, como Argentina, Perú, Bolivia o Ecuador, por ejemplo, donde también hay mucha gente que pertenece a la comunidad cristiana y vive situaciones difíciles”.
Si bien este esfuerzo aún no tiene nombre específico, Arturo Díaz asegura que muy pronto habrá novedades al respecto, “aunque la idea básica es formar una gran red online de ayuda, aprovechando la cobertura de Internet, de los medios de comunicación y las redes sociales”, comenta.
“Por ejemplo, si alguien quedó sin trabajo, podrá ingresar a la página web de nuestra comunidad, inscribirse y acceder a un completo abanico de disponibilidad laboral. No importa si la persona es albañil, Ingeniero comercial, dentista, médico o técnico. Si está sin trabajo, a través de ese portal podrá conectarse a la comunidad y encontrar oportunidades laborales que le permitan seguir avanzando en la vida. Hoy no existe esa canalización directa y por eso nuestra idea es consolidarla hasta llegar, por lo menos a la comunidad cristiana, partiendo de una base cercana a los tres millones de personas, en esta primera etapa y luego seguir creciendo”, agrega.
Díaz también enfatiza que esta iniciativa no pretende apartar a los creyentes de sus comunidades, sino ir en ayuda de las diferentes iglesias cristianas y, al mismo tiempo, fortalecer las áreas económicas de infraestructura. “Para ello -indica- pondremos a disposición de la sociedad, recursos y profesionales que puedan ayudar en las distintas necesidades. Todo este trabajo en conjunto traerá estabilidad y eso se verá reflejado en cada familia. Porque hoy no hay orden, cuesta mucho organizarse y hay mucha gente que está con diversos problemas económicos y emocionales de distinto tipo, que generan conductas disruptivas, drogadicción, alcoholismo u otras adicciones”.
Aporte al desarrollo nacional
Para Díaz y los demás empresarios que apoyan esta iniciativa, esta propuesta también permitirá impulsar el desarrollo económico de nuestro país y forjar una red de confianza mutua, “porque hoy existen muchos empresarios cristianos, como yo y otros más, que quieren ayudar, pero no saben dónde o como apoyar, o bien, cuando hacen un aporte, no saben dónde llega”.
Para resolver esta contingencia, Díaz comenta que la nueva comunidad contará con una plataforma online visible y transparente, “dónde serán canalizados los aportes, y donde cada colaborador o integrante podrán ver cómo se ayuda a las personas y cómo se distribuye lo que se dona o entrega”.
El empresario y filántropo confía, asimismo, que a pesar del complejo marco social actual, marcado por la incertidumbre y conflicto, habrá muchas personas interesadas en participar del proyecto y hacerlo crecer. “Además, estoy convencido de que ayudará a terminar un poco con la polarización política, para que todos trabajemos conjuntamente en entregar lo que la gente hoy día necesita. Y la mejor forma de lograrlo es terminar esta polarización, uniéndonos todos para buscar las soluciones, aplicarlas y salir adelante como país”, enfatiza.
“Para ello tenemos a Cristo y su mensaje, que son nuestra fortaleza e inspiración. Y eso nos da fuerza para lograr nuestras metas de desarrollo social, ético y económico. Somos empresarios y también gente común, con más o menos recursos disponibles, pero con la voluntad y la fe de que podemos ayudar a otras personas siempre. Y desde esa base queremos entregar y expandir un mensaje de esperanza y solidaridad, para decirle a la gente que pueden tener paz y alcanzar estabilidad en este mundo, aun cuando tengamos problemas. Y eso es lo que hacemos cada día. Entregar esperanza a partir de ayuda desinteresada y de herramientas laborales para superar los problemas y seguir creciendo en la vida. Y por eso llamo a todas las personas que hoy pueden ayudar, a que se sumen a este esfuerzo de cooperación, aunque no sea solo con dinero, porque hay muchas otras formas de aportar solidariamente”.
