Por Alex Siles, magister en compliance y Co founder Snap Compliance.
La corrupción y los abusos en el ámbito empresarial y organizacional son problemas persistentes que socavan la confianza en nuestras instituciones y tienen un impacto negativo en la sociedad en general. En un mundo donde la transparencia y la responsabilidad son cada vez más valoradas, las empresas y organizaciones debemos implementar medidas efectivas para prevenir, detectar y abordar cualquier conducta inapropiada.
Una herramienta clave en este sentido es el canal de denuncias, un mecanismo que permite a los empleados, clientes y otras partes interesadas, identificar y prevenir prácticas corruptas o abusivas dentro de una organización, proporcionando un medio seguro y confidencial para que los individuos denuncien cualquier comportamiento inapropiado, sin temor a represalia o a ser expuestos.
Este tipo de herramientas que aportan en la gestión de cumplimiento se han convertido en una necesidad crítica para las empresas chilenas en la actualidad. En el país, contamos con un entorno empresarial cada vez más complejo y regulado y debemos tener en cuenta que el uso de estas herramientas ayuda a las empresas a cumplir con las regulaciones gubernamentales y, por ende, a evitar riesgos financieros y de reputación.
En Chile, es especialmente importante utilizar estas herramientas por las problemáticas que enfrentamos en cuanto a la corrupción y la criminalidad. Como puerto de salida de drogas y con muchos casos de corrupción en municipios, como país estamos bajo una presión constante para garantizar que las empresas cumplan con las leyes y regulaciones que se han establecido para combatir estos problemas.
En las empresas chilenas también nos falta mejorar respecto a la transparencia en las finanzas y a la gestión inadecuada de los riesgos ambientales y laborales. Estos problemas no solo representan riesgos financieros y de reputación, sino que también pueden tener un impacto negativo en la sociedad en general.
Cuando como empresas promovemos activamente la transparencia y la rendición de cuentas, y brindamos un medio seguro para que los empleados y otras partes interesadas informen sobre posibles problemas, se fomenta una cultura de responsabilidad y se establece un claro mensaje de que la corrupción y los abusos no son tolerados dentro de la organización.
Cabe señalar, que es esencial realizar un seguimiento adecuado a las denuncias recibidas, con una investigación imparcial y acciones correctivas apropiadas en caso de confirmarse la existencia de irregularidades, junto con educar y concientizar a los colaboradores sobre el Canal de Denuncias, enseñándoles a cómo utilizarlo y las protecciones que ofrece.
Pese a la importancia y beneficios de los canales de denuncia, todavía nos falta dejar de subestimar estas herramientas y de no considerarlas como una prioridad dentro de las estrategias empresariales de prevención de la corrupción y los abusos, lo que genera que después nos encontremos con problemas legales, multas, infracciones y abusos, además de una mala imagen y reputación, lo que muchas veces puede ser irreversible.
La corrupción y los abusos en el ámbito empresarial y organizacional son problemas persistentes que socavan la confianza en nuestras instituciones y tienen un impacto negativo en la sociedad en general. En un mundo donde la transparencia y la responsabilidad son cada vez más valoradas, es esencial que las empresas y organizaciones implementen medidas efectivas para prevenir, detectar y abordar cualquier conducta inapropiada.
Una herramienta clave en este sentido es el Canal de Denuncia, un mecanismo que permite a los empleados, clientes y otras partes interesadas la identificación y prevención de prácticas corruptas o abusivas dentro de una organización, proporcionando un medio seguro y confidencial para que los individuos denuncien cualquier comportamiento inapropiado, sin temor a represalia ni temor a ser expuestas.
Cuando las empresas promueven activamente la transparencia y la rendición de cuentas, y brindan un medio seguro para que los empleados y otras partes interesadas informen sobre posibles problemas, se fomenta una cultura de responsabilidad y se establece un claro mensaje de que la corrupción y los abusos no son tolerados en la organización.
Cabe señalar que es esencial realizar un seguimiento adecuado a las denuncias recibidas, con una investigación imparcial y acciones correctivas apropiadas en caso de confirmarse la existencia de irregularidades junto con educar y concientizar a los colaboradores sobre la existencia del Canal de Denuncia, cómo utilizarlo y las protecciones que ofrece.
Pese a la importancia y beneficios de los canales de denuncia todavía hay muchas empresas que subestiman esta herramienta y no la consideran como una prioridad en su estrategia de prevención de la corrupción y los abusos, encontrándose después con problemas legales, multas, infracciones y abusos además de una mala imagen y reputación.