- Por John Atkinson, académico Facultad de Ingeniería y Ciencias Universidad Adolfo Ibáñez.
Los objetivos de desarrollo sustentable (ODS) son un llamado universal a la acción para terminar con la pobreza e inigualdad, proteger el planeta y asegurar que hacia el año 2030 todas las personas posean salud, justicia y prosperidad. Los ODS fueron adoptados por la ONU en el año 2015 y se dividieron en 17 grupos que están integrados para reconocer acciones en un área que afectará los resultados de las otras, y que el desarrollo debe balancear en búsqueda de sustentabilidad social, económica y ambiental.
Si bien esta tarea exige creatividad, experiencia, tecnología y recursos financieros, con el fin de alcanzarlos; recientemente, la confluencia de muchas crisis, dominadas por el Covid, cambio climático y diversos conflictos, han complicado al avance del cumplimiento de los ODSs. Pese a ello, se han generado muchas spin-off que están impactando positivamente en dimensiones como alimentos y nutrición, salud, educación, medio ambiente, paz y seguridad.
A nivel internacional, los avances en el cumplimiento de los ODS, incluyendo el rápido desarrollo de vacunas contra el Covid, reduciendo significativamente la tasa de mortalidad; se deben a la creatividad y perseverancia de científicos y tecnólogos en el mundo. Sin embargo, ellos no han trabajado solos, pues la Inteligencia Artificial (IA) ha jugado un rol fundamental. Por ejemplo, la compañía Moderna que fue la primera en liberar una vacuna efectiva para el Covid, utilizó métodos de IA y automatización para ser capaces de moverse de producir 30 mRNA (molécula fundamental de la vacuna) por mes, a producir casi 1000 por mes. Además, el laboratorio utiliza IA para ayudar en el diseño de secuencias de mRNA, lo que producirá grandes avances en los años que vienen. Pero este no es el único caso en el área de la salud, científicos de Google, el NHS (Reino Unido) y Northwestern University (USA) han trabajado en tecnologías de IA para la detección temprana de cáncer y malaria, a partir de imágenes de rayos X.
Como lo anterior, existen numerosos ejemplos de cómo los avances en IA podrían apoyar nuestra comprensión del cambio climático (ODS 13), sistemas de transporte sustentables (ODS 11), tecnologías agropecuarias para ayudar a terminar con la desnutrición y pobreza (ODS 2), entre muchos otros beneficios.
De esta forma, la IA se convierte en el aliado que el desarrollo sustentable requiere para diseñar, ejecutar, asesorar y planificar el futuro de nuestro planeta y su sustentabilidad más efectivamente. Esta combinación de IA con el desarrollo sustentable permitirá abordar las necesidades actuales sin comprometer las generaciones futuras.
Según recientes investigaciones (revista Nature), la IA podría ayudar a alcanzar 79% de los ODS, pues esta tecnología podría convertirse en una herramienta clave para facilitar una economía circular y construir ciudades más inteligentes que utilicen sus recursos eficientemente. Un claro ejemplo del aporte de la IA es la gestión del tráfico. La aplicación de la IA en la movilidad urbana ha permitido predecir atascos y proponer rutas alternativas. Con movilidad compartida, esta tecnología predice la demanda de vehículos por zona y hora. Esto significa que las empresas pueden organizar la disponibilidad de vehículos para los ciudadanos en función de sus necesidades. Como consecuencia, esta solución no solo facilita la movilidad, sino que también minimiza su impacto ambiental.
Así, estudios recientes han encontrado que la IA puede ser el habilitador del cumplimiento de 134 targets a lo largo de los 19 ODSs. Sin embargo, esta podría también inhibir otros 59 targets. De ahí que el desarrollo de la IA necesita ser apoyado por las regulaciones necesarias de modo de hacer posible el desarrollo sustentable. De lo contrario, esto podría originar gaps en transparencia, seguridad y estándares éticos.
Para lograr lo anterior, el aporte de la IA en los ODS se ha organizado en tres grandes grupos:
IA y resultados sociales: la tecnología de IA se desarrolla para apoyar y optimizar la provisión de alimento, salud, agua y servicios de energía a la población. Esto también apunta a sistemas de bajo uso de carbón, apoyando la creación de economía circular. Esto puede incluir el uso de vehículos autónomos eléctricos y la integración de recursos renovables, utilizando redes inteligentes que satisfagan parcialmente la demanda eléctrica.
IA y resultados económicos: la IA puede ayudar a reemplazar viejos trabajos rutinarios con aquellos que requieren más habilidades. Esto también impone grandes desafíos en la educación, pues la tecnología podría premiar desproporcionadamente a quienes acceden a una mejor educación y/o que han terminado su especialización técnica o profesional.
IA y resultados ambientales: diversas tecnologías basadas en IA pueden ayudar a analizar grandes bases de datos interconectadas para desarrollar acciones conjuntas para preservar el medio ambiente. Por ejemplo, la IA puede utilizarse para mejorar la clasificación de áreas vegetacionales en el territorio basados en imágenes satelitales, con la posibilidad de procesar grandes volúmenes de imágenes en periodos breves.
Chile es parte de 193 países miembros de la ONU que firmaron y comprometieron el cumplimiento de un nuevo programa de desarrollo sostenible en 2017. Este año elaborará un reporte con sus avances en torno a los ODS, sus metas e indicadores. El foco estará en: Educación y Calidad (ODS4), Igualdad de Género (ODS 5), Vida Submarina (ODS14), Vida de Ecosistemas Terrestres (ODS 15), y Alianza para Lograr los Objetivos (ODS 17).
A pesar de las dificultades, y comparado a otros países de la región, Chile se sitúa entre aquellos con mayores avances en la reducción de la pobreza (ODS 1); en garantizar educación de calidad (ODS 4), agua y saneamiento (ODS 6); en fortalecer la industria, la innovación y la infraestructura (ODS 9); en la producción y consumo responsable (ODS 12), en la vida submarina (ODS 14) y en el trabajo por la justicia, la paz e instituciones sólidas (ODS 16).
Definitivamente Chile también podría avanzar en forma significativa, utilizando la IA para el cumplimiento de los ODS. Los lineamientos generales para que eso sea posible a nivel de políticas públicas ya existen. Entre 2019 y 2021, Chile elaboró su estrategia nacional de IA. Así, ahora solo necesita priorizar y combinar la IA y los ODS para el beneficio de su población. ¿Qué estamos esperando?