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¿Trenes rápidos a Valparaíso?

Trenes rápidos a Valparaíso EFE
Foto: EFE

Probablemente muchos de nosotros no podrán viajar en trenes rápidos a Valparaíso, pero nuestros hijos y nietos quizás sí.

Por Ian Thomson Newman, Economista de Transporte

Para ir de Santiago a Valparaíso por ferrocarril uno cubre 187 km, comparados con los 120 km de la actual Ruta 68. En cambio, un pájaro no tendría que volar más de 106 km para desplazarse entre las dos ciudades.

Además de su desventaja kilométrica, el ferrocarril enfrenta las complejidades del Paso de El Tabón: pendientes que alcanzan unos 2⅜% y curvas muy cerradas.

Por ello, aún desde antes de que el ferrocarril actual fuera inaugurado, en 1863, se ha intentado identificar rutas alternativas.

Ian Thomson Newman economista de transporte
Ian Thomson Newman

El trazado ha sido mejorado en detalle, pero sin alterar sustancialmente la línea original, construido entre 1852 y 1863.

Ese trazado puede dividirse entre tres segmentos. Primeramente, partiendo desde la capital, hay un tramo relativamente recto, de unos 50 km en sentido norte-noroeste hasta Tiltil.

Otro tramo, de algo más de 40 km, va desde Limache, en la región de Valparaíso, hasta la ciudad portuaria.

Además, entre estos dos tramos hay un segmento de 95 km entre Tiltil y Limache (puntos separados por solo 32 km en línea recta).

Ese circuito enorme se necesitaba en los días de las locomotoras a vapor saturado, a mediados del siglo XIX, para poder superar la Cordillera de la Costa a pendientes menores de 3%.

De hecho, cruzar esa Cordillera en túnel no era factible por las emisiones de humo que habría implicado.

Cuando se electrificó la línea, a principios de la década de 1920, se mantuvo la ruta tradicional, a pesar de que las locomotoras eléctricas pudieron subir por pendientes más empinadas y pasar por curvas más cerradas que sus antecesoras a vapor.

Estudios constantes

A partir de entonces se ha realizado múltiples estudios para encontrar una ruta más directa. Especialmente para conectar Tiltil con Limache directamente por la cuesta de La Dormida, lo que involucraría construir un largo túnel de unos 15 km.

Uno de estos estudios fue encargado por EFE a principios de la década de 1950; y según comentarios contemporáneos, resultó en la adquisición de terrenos para una construcción que nunca se materializó.

Otro estudio encargado por EFE a mediados de la década de 2010, consideró tres nuevas opciones de rutas, una de las cuales mantenía el desvío por El Tabón, pero solo para la carga.

Considerando solo la parte relacionada con el transporte de pasajeros, la inversión exigida por cualquiera de las tres alternativas sería de alrededor de USD 4,5 mil millones, a precios privados.

¿La opción más viable?

Ninguna opción sería privadamente viable, pero sí se podría obtener una positiva rentabilidad social si el proyecto fuera realizado en la década de 2030 (a contar de 2016).

Por los altos costos de las alternativas analizadas, EFE rebajó sus expectativas, a lo menos para el corto plazo, contemplando readecuar la ruta existente, en lugar de construir una nueva.

Los trenes, para pasajeros, partirían desde un terminal multi-modal, ya parcialmente construido, en la Quinta Normal, y terminarán su recorrido en El Santo, en la comuna de Viña del Mar, donde hay una estación del Metro Regional.

Posibles plazos

En una primera etapa, con una inversión estimada en USD 1.320 millones, los trenes rápidos a Valparaíso, seguirían circulando por la ruta de El Tabón.

A esta se le realizarán mejoramientos menores, como cruces desnivelados y la duplicación de la vía en puntos específicos.

Todo ello para facilitar el cruce de trenes rápidos circulando en direcciones opuestas, o a distintas velocidades.

También, se repondrían las instalaciones eléctricas, colocadas entre 1922 y 1924, pero desarmadas a partir de mediados de la década de 1990.

Los trenes demorarían una hora con treinta minutos para desplazarse entre los dos puntos terminales, o sea, una media hora menos que los buses actuales.

El proyecto tiene también una segunda etapa, cuyo presupuesto es del orden de USD 2.500 millones, que contempla conectar directamente Tiltil con Limache vía un nuevo túnel por La Dormida.

Esto permitiría un tiempo de viaje, en principio, de sólo 50 minutos para los trenes que circulen entre Santiago y Valparaíso.

Sin embargo, uno queda con la sensación de que todo eso es extremadamente complicado.

Los estudios de ingeniería, aún para la primera etapa, están todavía por realizarse y la eventual construcción tendría que llevarse a cabo simultáneamente con otros proyectos de EFE, de trenes suburbanos.

Estos serían un Metro Tren entre Quinta Normal y Batuco, y la prolongación del Metro Regional de Valparaíso, desde Limache a La Calera.

Por ello, no parece probable que muchos de nosotros puedan viajar en tren rápido a Valparaíso, pero nuestros hijos y nietos quizás sí.