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Salud

Estudios preliminares confirman aumento en la incidencia de intestino irritable en pacientes post COVID

  • Los doctores Ana María Madrid y Christian von Muhlenbrock, miembros de la filial Neurogastroenterología de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), compartieron los avances de un reciente estudio de la Fundación Roma, presentado durante la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) realizada en San Diego.

 En el marco de la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) organizada por la Asociación Americana de Gastroenterología en San Diego, un nuevo estudio de la Fundación Roma (dedicada al estudio de las enfermedades de interacción cerebro-intestino) presentó antecedentes sobre el síndrome de intestino irritable en pacientes recuperados de Covid, estudio desarrollado durante un año en 12 países. La filial de Neurogastroenterología de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE) compartió sus impresiones al respecto.

A fines del 2021, un grupo multinacional, incluyendo a Latinoamérica, definió el término “Síndrome Intestino Irritable post COVID” en aquellos pacientes que comenzaron con síntomas tras haber presentado una infección por SARS-COV2 y que eran asintomáticos previamente. Los primeros estudios publicados durante el 2020 y 2021 mostraban que hasta el 50% de los pacientes presentaba algún síntoma digestivo, desconociéndose cuántos quedaban con síntomas posteriormente.

Para el Dr. Christian von Muhlenbrock, Miembro de Neurogastroenterología y académico y gastroenterólogo del Centro de Enfermedades Digestivas de la Universidad de Los Andes, los trastornos del eje cerebro-intestino, conocidos previamente como “trastornos funcionales”, que incluyen entre otros el Síndrome de Intestino Irritable (SII), pueden afectar hasta el 40% de la población. En este sentido, puntualiza: «En los últimos años hemos conocido más sobre sus causas y posibles gatillantes, entre ellos la dieta, la microbiota, eventos estresantes en etapas precoces de la vida e infecciones, entre otros. Cuando uno tiene una infección, se produce una inflamación del intestino que altera su microbiota y la permeabilidad, activando a las neuronas sensitivas del tubo digestivo, provocando un cuadro de dolor inflamatorio crónico. El virus SARS-COV2 tiene receptores llamados ACE2 que se encuentran principalmente en pulmones y en el tubo digestivo».

Estudios publicados este año sobre Síndrome Intestino Irritable post COVID muestran hasta un 5% de presencia en pacientes recuperados del virus. Recientemente, en la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) realizada en San Diego, se presentaron algunos avances de un estudio realizado por la Fundación Roma (con sede en Italia), especializada en el estudio del Síndrome de Intestino Irritable, que evaluó a pacientes post COVID en 36 centros de 12 países, entre mayo del 2020 y julio del 2022.

Los pacientes con COVID presentan síntomas  gastrointestinales como diarrea, vómitos,  náuseas y dolor abdominal, observándose en aproximadamente un 12% a 20% de los pacientes infectados con este virus. Asimismo, la inflamación del tubo digestivo, el aumento de la permeabilidad intestinal, inflamación de bajo grado, alteraciones psicológicas y la activación del sistema nervioso entérico y/o central, son mecanismos potenciales para el desarrollo de los trastornos como es el Síndrome de Intestino Irritable post-COVID. Estos trastornos ya están siendo reportados por diferentes grupos y en diferentes partes del mundo.

Por su parte, la Dra. Ana María Madrid, gastroenteróloga y directora de la filial Neurogastroenterología de la SChGE, señala que «la Sociedad Latinoamericana de Neurogastroenterología agrupó la experiencia de distintos médicos principalmente de México, Brasil, Colombia y Chile, entre otros países, observándose transversalmente que pacientes que padecen Síndrome de Intestino Irritable (SII) y se contagiaron de COVID aumentaron su sintomatología y a su vez se observó un aumento de las consultas por patologías digestivas en pacientes que previo al COVID no tenían síntomas. Sin embargo, se desconoce todavía el real impacto y la prevalencia en Chile».

Entre los principales resultados del estudio de Fundación Roma, los especialistas describen la prevalencia de SII de 4.4% versus 1.1% de pacientes COVID a 12 meses de su infección, la mayoría de ellos presentó diarrea, mientras que los casos más riesgosos correspondieron a pacientes con alergias, usuarios de inhibidores de bomba de protones (antiácidos como el Omeprazol) y que estuvieron estado hospitalizados con dificultad respiratoria.

En un estudio chileno realizado durante los primeros meses de pandemia, la Dra. Madrid concluye que de un total de 60 pacientes, 57 mujeres y 3 hombres, solo 5 pacientes tuvieron COVID al momento de las entrevista y la infección produjo mayor dolor e hinchazón abdominal con peor calidad de vida en pacientes con SII.

Por su parte, von Muhlenbrock sostiene que » el virus SARS-CoV2, entre otros múltiples complicaciones, puede invadir las células del intestino, provocando inflamación, aumento de la permeabilidad y activación de las neuronas del tubo digestivo. Durante la pandemia, pudimos observar que varios pacientes presentaban durante su infección dolor abdominal, diarrea y náuseas. A lo anterior se sumaban pacientes con fatiga crónica y ansiedad. Esta infección puede afectar la microbiota intestinal aumentando la predisposición a otras infecciones o enfermedades gastrointestinales».

A modo de recomendación, ambos profesionales sugieren estar alertas a la aparición de síntomas digestivos que no estaban presentes previos al COVID, consultar a su médico o gastroenterólogo para descartar otras causas y realizar un estudio y manejo adecuado para prevenir que este cuadro se haga crónico. Si bien es una patología que produce muchas molestias, es importante aclarar que no es mortal ni deriva en cáncer, sino más bien que constituye una enfermedad crónica que puede presentar periodos de crisis.

El tratamiento del SII consiste principalmente en mantener una dieta baja en alimentos procesados y evitar gatillantes de crisis como pueden ser algunos alimentos o eventos estresantes.

La medicación dependerá del síntoma que predomine en el paciente, ya sea dolor o manejo del tránsito intestinal.